Descanso de la creación |
“Así quedó terminada la creación de los cielos y de la tierra, y de todo lo que hay en ellos. Cuando llegó el séptimo día, Dios ya había terminado su obra de creación, y descansó de toda su labor. Dios bendijo el séptimo día y lo declaró santo, porque ése fue el día en que descansó de toda su obra de creación”.
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El día de reposo |
El reposo divino del séptimo día, es el fundamento para el cuarto de los diez mandamientos, y de dicho mandamiento, se derivan dos mandamientos: “Te acordarás del día de reposo, para santificarlo”.
Primer mandamiento: te acordarás, es decir, tendrás en memoria cada semana que hay un creador de los cielos y la tierra, que él hizo todo lo que existe, y que tu vida y sostenimiento, sólo proviene de él. Segundo mandamiento: santificar el día de reposo, esto quiere decir, consagrarlo para Dios. No utilizar ese día para trabajos o cuestiones materiales, sino dedicarlo a la espiritualidad. Reconocer que no solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Leamos lo que escribió el profeta Isaías al respecto. Isaías 56:1-8 dice así: "Esto dice el SEÑOR: Sean justos e imparciales con todos; hagan lo que es bueno y correcto, porque vendré pronto para rescatarlos y para manifestar mi justicia entre ustedes. Benditos todos los que se aseguran de cumplir esto. Benditos los que honran mis días de descanso, y procuran no hacer el mal. No permitan que los extranjeros que se comprometen con el SEÑOR digan: «El SEÑOR nunca dejará que yo sea parte de su pueblo». Y no permitan que los eunucos digan: «Soy un árbol seco, sin hijos y sin futuro». Pues esto dice el SEÑOR: Bendeciré a los eunucos que guardan como santos mis días de descanso, deciden hacer lo que a mí me agrada y me entregan su vida. Les daré —dentro de las paredes de mi casa— un recordatorio y un nombre, mucho más grande del que hijos o hijas pudieran darles. Pues el nombre que les doy es eterno, ¡nunca desaparecerá! También bendeciré a los extranjeros que se comprometan con el SEÑOR, quienes lo sirvan y amen su nombre, quienes lo adoren y no profanen el día de descanso, y quienes se mantengan fieles a mi pacto. Los llevaré a mi monte santo de Jerusalén y los llenaré de alegría en mi casa de oración. Aceptaré sus ofrendas quemadas y sus sacrificios, porque mi templo será llamado casa de oración para todas las naciones. Pues el SEÑOR Soberano, que hace volver a los marginados de Israel, dice: "Traeré a otros también, además de mi pueblo Israel”. Isaías 58:13-14 dice así: “Guarden como santo el día de descanso; en ese día no se ocupen de sus propios intereses, sino disfruten del día de descanso y hablen del día con delicia, por ser el día santo del SEÑOR. Honren el día de descanso en todo lo que hagan ese día y no sigan sus propios deseos ni hablen palabras inútiles. Entonces el SEÑOR será su delicia. Yo les daré gran honor y los saciaré con la herencia que prometí a su antepasado Jacob. ¡Yo, el SEÑOR, he hablado!”. |
Lectura del mandamiento del día de reposo, en Éxodo 20:8-11:
“Acuérdate de guardar el día de descanso al mantenerlo santo. Tienes seis días en la semana para hacer tu trabajo habitual, pero el séptimo día es un día de descanso y está dedicado al SEÑOR tu Dios. Ese día, ningún miembro de tu casa hará trabajo alguno. Esto se refiere a ti, a tus hijos e hijas, a tus siervos y siervas, a tus animales y también incluye a los extranjeros que vivan entre ustedes. Pues en seis días el SEÑOR hizo los cielos, la tierra, el mar, y todo lo que hay en ellos; pero el séptimo día descansó. Por eso el SEÑOR bendijo el día de descanso y apartó como un día santo”. Y ahora leamos lo que escribió David sobre el reposo divino, y lo que interpretó el escritor de la carta a los Hebreos al respecto. Salmo 95 |
“¡Vengan, cantemos al SEÑOR! Aclamemos con alegría a la Roca de nuestra salvación. Acerquémonos a él con acción de gracias. Cantémosle salmos de alabanza, porque el SEÑOR es Dios grande, un gran Rey sobre todos los dioses. En sus manos sostiene las profundidades de la tierra y las montañas más imponentes. El mar le pertenece, pues él lo creó; sus manos también formaron la tierra firme. Vengan, adoremos e inclinémonos. Arrodillémonos delante del SEÑOR, nuestro creador, porque él es nuestro Dios. Somos el pueblo que él vigila, el rebaño a su cuidado. ¡Si tan sólo escucharan hoy su voz! El SEÑOR dice: No endurezcan el corazón como Israel en Meriba, como lo hizo el pueblo en el desierto de Masá. Allí sus antepasados me tentaron y pusieron a prueba mi paciencia, a pesar de haber visto todo lo que hice. Durante cuarenta años estuve enojado con ellos y dije: «Son un pueblo cuyo corazón se aleja de mí; rehúsan hacer lo que les digo». Así que en mi enojo juré: «Ellos nunca entrarán a mi lugar de descanso».
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Día de reposo ¡Salmo 95!
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El rey David nos exhorta en éste Salmo, a vivir con alegría y gratitud al creador de los cielos y la tierra, por habernos escogido para ser sus ovejas, y ser pastoreados sólo por él. Nos advierte, que si no le escuchamos hoy, no entraremos en su reposo, como aquella generación rebelde de la época de Josué.
Pero, si David vivió después de Josué, y profetiza de que hay un reposo más, sin duda se refiere al reposo después de la vida de afanes en este mundo, el descanso eterno después de ésta creación material. Eso es justo lo que entendió el autor de la carta a los Hebreos en el versículo 4, leamos: “Todavía sigue vigente la promesa que hizo Dios de entrar en su descanso; por lo tanto, debemos temblar de miedo ante la idea de que alguno de ustedes no llegue a alcanzarlo. Pues esta buena noticia —del descanso que Dios ha preparado— se nos ha anunciado tanto a ellos como a nosotros, pero a ellos no les sirvió de nada porque no tuvieron la fe de los que escucharon a Dios. Pues sólo los que creemos podemos entrar en su descanso. En cuanto a los demás, Dios dijo: En mi enojo juré: «Ellos nunca entrarán en mi lugar de descanso», si bien ese descanso está preparado desde que él hizo el mundo. Sabemos que está preparado debido al pasaje en las Escrituras que menciona el séptimo día: En el séptimo día Dios descansó de todo su trabajo. Pero en el otro pasaje Dios dijo: Nunca entrarán en mi lugar de descanso. Así que el descanso de Dios está disponible para que la gente entre, pero los primeros en oír esta buena noticia no entraron, porque desobedecieron a Dios. Entonces Dios fijó otro tiempo para entrar en su descanso, y ese tiempo es hoy. Lo anunció mucho más tarde por medio de David en las palabras que ya se han citado: Cuando oigan hoy su voz no endurezcan el corazón”. Salmo 95 que leímos. Ahora bien, si Josué hubiera logrado darles ese descanso, Dios no habría hablado de otro día de descanso, aún por venir. Asi que, todavía hay un descanso especial en espera para el pueblo de Dios. Pues, todos los que han entrado en el descanso de Dios, han descansado de su trabajo, tal como Dios descansó del suyo, después de crear el mundo. Entonces, hagamos todo lo posible por entrar en ese descanso, pero si desobedecemos a Dios, como lo hizo el pueblo de Israel, caeremos. Pues, la palabra de Dios es viva y poderosa, es más cortante que cualquier espada de dos filos, penetra en el alma y el espíritu, entre la articulación y la médula del hueso, deja al descubierto nuestros pensamientos, y deseos más íntimos, no hay nada en toda la creación que esté oculto a Dios, todo está desnudo y expuesto ante sus ojos, y es a él, a quien rendimos cuentas. Por lo tanto, ya que tenemos un gran sumo sacerdote que entró en el cielo, Yeshúa, el Hijo de Dios, aferremonos a lo que creemos, nuestro sumo sacerdote comprende nuestras debilidades, porque enfrentó todas y cada una de las pruebas que enfrentamos nosotros, sin embargo, él nunca pecó. Así que, acerquémonos, con toda confianza, al trono de la gracia de nuestro Dios, allí recibiremos su misericordia, y encontraremos la gracia que nos ayudará, cuando más la necesitamos. En resumen, escuchar la palabra de Dios que es Yeshúa, y ser pastoreados por él, nos trae la certeza de que aunque pasemos por éste mundo temporal y material, y pasemos por el valle de la muerte, no temeremos mal alguno porque él está con nosotros. Cada semana al guardar el día de reposo, hacemos un ensayo de lo que será nuestro destino eterno, habitar en su presencia, sin más afanes, ni preocupaciones, sólo deleite en su presencia para siempre. |
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El jardín del Edén.
En tiempos Bíblicos, los jardines o lugares llenos de árboles, ríos, fauna, eran asociados con la presencia divina, un espacio sagrado equivalente al tabernáculo, o templos posteriores, donde el hombre podía vivir en deleite, significado de la palabra Edén, en comunión con Dios y con todas sus necesidades cubiertas. A diferencia del desierto, un lugar hostil, con dificultades para sobrevivir, aparentemente abandonado por Dios. Es en éste jardín de deleite, que Moisés describe, donde la primer pareja humana, sería sometida a una prueba de obediencia, que afectaría a toda su descendencia, es decir, a nosotros. Versículo 10, volviendo a Génesis 2: “Un río salía de la tierra del Edén que regaba el huerto y después se dividía en cuatro ramales. 11 El primero, llamado Pisón, rodeaba toda la tierra de Havila, donde hay oro. El oro de esa tierra es excepcionalmente puro; también se encuentran allí resinas aromáticas y piedras de ónice. El segundo, llamado Gihón, rodeaba toda la tierra de Cus. El tercero, llamado Tigris, corría al oriente de la tierra de Asiria. El cuarto se llama Éufrates. El SEÑOR Dios puso al hombre en el jardín de Edén para que se ocupara de él y lo custodiara; pero el SEÑOR Dios le advirtió: Puedes comer libremente del fruto de cualquier árbol del huerto, excepto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Si comes de su fruto, sin duda morirás” Dios pone al primer hombre en el jardín del Edén, le da el trabajo de cuidar este lugar, y deleitarse en tener comunión con Dios, y simplemente, vivir en obediencia a su creador. Los dos árboles, para el Israelita, a quien fue dirigido este relato, simplemente representan la decisión humana de buscar vida y sabiduría sólo en Dios. Él es el árbol de vida, la fuente de orden y sabiduría, el árbol del conocimiento del bien y del mal es un engaño, ese falso árbol de vida nos llama a independizarnos de Dios, a ser sabios en nuestra propia opinión, a separarnos de la raíz que nos alimenta y sostiene, tratar de vivir y dar fruto a nuestra manera, y en nuestras fuerzas. |
Trágicamente, Eva fue engañada, Adán desobedeció, y su decisión trajo muerte para toda su descendencia.
La buena noticia, que se revelará más adelante, es que la palabra misma que creó los cielos y la tierra, vendría a reparar todo éste daño, convirtiéndose él mismo en el árbol de vida, la vid que produce fruto abundante si permanecemos en él. Su obediencia perfecta, repararía el daño causado por Adán y Eva, la muerte causada por la desobediencia de un hombre sería superada, abundantemente por su justicia, él mismo sería clavado en un árbol, para sufrir la muerte de muchos, su cuerpo muerto y resucitado, representaría la semilla que después de morir, produce fruto al 30, 60 y 100 X 1. Y, al final, todos los que se arrepientan de haber sido engañados por el falso árbol de vida, la idea de que podemos ser independientes de él, y reconozcan que él, y sólo él es el árbol de vida, la fuente de todo deleite, sabiduría, y discernimiento entre el bien y el mal, serán reintroducidos al jardín del Edén, restaurado y eterno, del cual se habla en Apocalipsis, el último libro de la Biblia. Asi que, nadie te engañe, diciendo que puedes vivir o pensar correctamente separado de su palabra, de su cuidado, de su sabiduría, de su dirección, permanece en el árbol verdadero, y producirás mucho fruto, porque separado de él, nada puedes hacer. Dios pone al primer hombre en el jardín del Edén, le da el trabajo de cuidar este lugar, y deleitarse en tener comunión con Dios, y simplemente, vivir en obediencia a su creador. Los dos árboles, para el Israelita, a quien fue dirigido este relato, simplemente representan la decisión humana de buscar vida y sabiduría sólo en Dios. Él es el árbol de vida, la fuente de orden y sabiduría, el árbol del conocimiento del bien y del mal es un engaño, ese falso árbol de vida nos llama a independizarnos de Dios, a ser sabios en nuestra propia opinión, a separarnos de la raíz que nos alimenta y sostiene, tratar de vivir y dar fruto a nuestra manera, y en nuestras fuerzas. Trágicamente, Eva fue engañada, Adán desobedeció, y su decisión trajo muerte para toda su descendencia. |
Continuamos con la lectura, a partir de Génesis 2:18
“Después, el SEÑOR Dios dijo: No es bueno que el hombre esté solo. Haré una ayuda ideal para él. Entonces el SEÑOR Dios formó de la tierra todos los animales salvajes y todas las aves del cielo. Los puso frente al hombre para ver cómo los llamaría, y el hombre escogió un nombre para cada uno de ellos. Puso nombre a todos los animales domésticos, a todas las aves del cielo y a todos los animales salvajes; pero aún no había una ayuda ideal para él. Entonces el SEÑOR Dios hizo que el hombre cayera en un profundo sueño. Mientras el hombre dormía, el SEÑOR Dios le sacó una de sus costillas y cerró la abertura. Entonces el SEÑOR Dios hizo de la costilla a una mujer, y la presentó al hombre. ¡Al fin! —exclamó el hombre—. ¡Esta es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Ella será llamada «mujer» porque fue tomada del hombre. Esto explica por qué el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su esposa, y los dos se convierten en uno solo. Ahora bien, el hombre y su esposa estaban desnudos, pero no sentían vergüenza”. |
Origen del Matrimonio |
Génesis nos relata el origen de todas las cosas, el origen de los cielos y la tierra, el origen del orden y desorden, las tinieblas y la luz, el bien y el mal. La presencia divina representada en el jardín del Edén, como su templo, donde las criaturas creadas a su imagen producirían fruto, y tendrían vida eterna, si permanecían en él. Todo era bueno en gran manera, todo tenía un propósito eterno perfecto, excepto la soledad del hombre, y la falta de una ayuda idónea, diferente, e incluso, contraria a él.
¿Por qué no será bueno que el hombre esté solo? Algunos comentarios sugieren que por la posibilidad de que se haga orgulloso, al no tener a alguien que le corrija o motive a perfeccionarse con amor. Otra posibilidad, es por no tener a alguien para quien fuese necesario, ya que en realidad el hombre no estaba solo, ya que Dios estaba con él, incluso todos los animales también. Sin embargo, no tenía a nadie, para quien su vida fuese indispensable, necesaria, por tanto, Dios crea a la mujer para ayudarle en su necesidad de sentirse útil y necesario para alguien. Así que los que están casados, o buscan casarse, ya tienen una sugerencia en éste texto, para hacer funcionar sus matrimonios, obviamente estamos hablando de matrimonios de creyentes, en pacto con el Dios que inspiró la Biblia. Mujeres, nunca rechacen a su esposo, en ningún sentido, ni siquiera en tu corazón, ya que le herirás profundamente y como resultado te evitará, y buscará algo, o peor aún, a alguien con quien sentirse útil y necesitado. Recuerda, no es bueno que el hombre esté solo, el hacerle sentir necesario e indispensable para tu vida, le mantendrá motivado para amarte, y presentar la mejor versión de sí mismo, y dejar a su padre y a su madre, para unirse a tí. Asi que cerramos los primeros dos capítulos de Génesis, con la escenografía, donde la gran obra de la creación, y su propósito se llevará a cabo, el planeta tierra, con un lugar llamado Edén como templo, donde se encuentra la presencia divina, donde está el verdadero deleite, la invitación a la humanidad representada en Adán y Eva, para vivir del árbol de vida, de la palabra de Dios, y evitar el falso árbol de vida, de la independencia, ingratitud, e indiferencia humana a su creador, que le causará la muerte, o si elige correctamente, la posibilidad de hacer alianza con Dios, para transmitir su imagen, a todas las generaciones, en pureza e inocencia. Esto es Simplemente Descubre la Biblia simple, en el siguiente episodio, el orígen y propósito del mal. Padre, te damos gracias por este recorrido a través de tu palabra, Señor, gracias por tu insistencia en llamarnos a tu presencia, y a saciarnos y deleitarnos, solamente en ti. Tú eres nuestro origen, tú eres el árbol de vida, Señor, te rogamos ser librados, del engaño de pensar que podemos vivir separados de tí. Bendito seas Yeshúa, la vid verdadera. Amén |