Naciones y Reyes |
“Te haré sumamente fructífero. Tus descendientes
llegarán a ser muchas naciones, ¡y de ellos surgirán reyes!”.
llegarán a ser muchas naciones, ¡y de ellos surgirán reyes!”.
Abram y Sarai / cambio de nombre |
En este capítulo Abram y Saraí reciben un cambio de nombre y de misión. El nombre, en la cultura hebrea, significa: propósito y destino, así que Abram deja de ser padre de una nación, y se convierte en Abraham, padre de multitud de naciones. Saraí deja de ser mi princesa, o una princesa particular, o exclusiva, para convertirse en la princesa de una multitud de naciones y reyes.
Estas dos palabras: naciones y reyes, serán claves, para entender más adelante, el mensaje de Pablo a los gentiles, o naciones extranjeras, y la transición entre el judaísmo previo al apóstol Pablo, y el cristianismo universal que alcanzó naciones y reyes. Hechos 9:1-15 dice lo siguiente: “Mientras tanto, Saulo pronunciaba amenazas en cada palabra y estaba ansioso por matar a los seguidores del Señor. Así que acudió al sumo sacerdote. Le pidió cartas dirigidas a las sinagogas de Damasco para solicitarles su cooperación en el arresto de los seguidores del Camino que se encontraran ahí. Su intención era llevarlos —a hombres y mujeres por igual— de regreso a Jerusalén encadenados. Al acercarse a Damasco para cumplir esa misión, una luz del cielo de repente brilló alrededor de él. Saulo cayó al suelo y oyó una voz que le decía: —¡Saulo, Saulo! ¿Por qué me persigues? —¿Quién eres, señor? —preguntó Saulo. —Yo soy Yeshúa, ¡a quien tú persigues! —contestó la voz.Ahora levántate, entra en la ciudad y se te dirá lo que debes hacer. Los hombres que estaban con Saulo se quedaron mudos, porque oían el sonido de una voz, ¡pero no veían a nadie! Saulo se levantó del suelo, pero cuando abrió los ojos, estaba ciego. Entonces sus acompañantes lo llevaron de la mano hasta Damasco. Permaneció allí, ciego, durante tres días sin comer ni beber. Ahora bien, había un creyente en Damasco llamado Ananías. El Señor le habló en una visión, lo llamó: —¡Ananías! —¡Sí, Señor! —respondió. El Señor le dijo: —Ve a la calle llamada Derecha, a la casa de Judas. Cuando llegues, pregunta por un hombre de Tarso que se llama Saulo. En este momento, él está orando. Le he mostrado en visión a un hombre llamado Ananías que entra y pone las manos sobre él para que recobre la vista. —¡Pero Señor! —exclamó Ananías—, ¡he oído a mucha gente hablar de las cosas terribles que ese hombre les ha hecho a los creyentes de Jerusalén! Además, tiene la autorización de los sacerdotes principales para arrestar a todos los que invocan tu nombre. El Señor le dijo: —Ve, porque él es mi instrumento elegido para llevar mi mensaje a los gentiles y a reyes, como también al pueblo de Israel; …”. |
Hechos 9:15 una vez más:
“El Señor le dijo: —Ve, porque él es mi instrumento elegido para llevar mi mensaje a los gentiles y a reyes, como también al pueblo de Israel; …”. Las palabras “como también”, en el texto anterior, podrían traducirse del griego: “como ambos”, de modo, que este pasaje también puede leerse así: “Ve, porque él es mi instrumento elegido para llevar mi mensaje a los gentiles y a reyes, AMBOS pueblo de Israel; …”. Y ésta es la conexión de Hechos 9:15 con Génesis 17:6, que leemos nuevamente: “Te haré sumamente fructífero. Tus descendientes llegarán a ser muchas naciones, ¡y de ellos surgirán reyes!”. Por eso el apóstol Pablo escribió lo siguiente en su carta a los Gálatas, capítulo 3, versículo 29: “Y ahora que pertenecen a Cristo, son verdaderos hijos de Abraham. Son sus herederos, y la promesa de Dios a Abraham les pertenece a ustedes”. |
¿Por qué el apóstol Pablo, un erudito de las escrituras dadas al pueblo de Israel, a pesar de haber perseguido en un principio a los creyentes en Cristo, se convierte, y ahora trata de alcanzar a todas las naciones, y les dice: que, por pertenecer a Cristo, son descendientes de Abraham, y herederos de la promesa? Incluso, la palabra griega que se utiliza en el pasaje antes citado de Gálatas, es la palabra: esperma, es decir, semilla literal de Abraham. ¿Por qué en su carta a los Romanos, les dice a estos aparentes extranjeros, que ellos han sido injertados al buen olivo, símbolo de Israel, por consiguiente, son Israelitas? ¿Por qué le escribe a los Efesios, que ya no son extranjeros, ni advenedizos, sino conciudadanos de los Santos, y miembros de la familia de Dios o Israelitas? |
Un solo Pueblo.
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Efesios 2:11-22
“No olviden que ustedes, los gentiles, antes estaban excluidos. Eran llamados paganos incircuncisos por los judíos, quienes estaban orgullosos de la circuncisión, aun cuando esa práctica sólo afectaba su cuerpo, no su corazón. En esos tiempos, ustedes vivían apartados de Cristo. No se les permitía ser ciudadanos de Israel, y no conocían las promesas del pacto que Dios había hecho con ellos. Ustedes vivían en este mundo sin Dios y sin esperanza, pero ahora han sido unidos a Cristo Jesús. Antes estaban muy lejos de Dios, pero ahora fueron acercados por medio de la sangre de Cristo. Pues Cristo mismo nos ha traído la paz. Él unió a judíos y a gentiles en un solo pueblo cuando, por medio de su cuerpo en la cruz, derribó el muro de hostilidad que nos separaba. Lo logró al poner fin al sistema de leyes de mandamientos y ordenanzas. Hizo la paz entre judíos y gentiles al crear de los dos grupos un nuevo pueblo en él. Cristo reconcilió a ambos grupos con Dios en un solo cuerpo por medio de su muerte en la cruz, y la hostilidad que había entre nosotros quedó destruida. Cristo les trajo la Buena Noticia de paz tanto a ustedes, los gentiles, que estaban lejos de él, como a los judíos, que estaban cerca. Ahora todos podemos tener acceso al Padre por medio del mismo Espíritu Santo gracias a lo que Cristo hizo por nosotros. Así que ahora ustedes, los gentiles, ya no son unos desconocidos ni extranjeros. Son ciudadanos junto con todo el pueblo santo de Dios. Son miembros de la familia de Dios. Juntos constituimos su casa, la cual está edificada sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas. Y la piedra principal es Cristo Jesús mismo. Estamos cuidadosamente unidos en él y vamos formando un templo santo para el Señor. Por medio de él, ustedes, los gentiles, también llegan a formar parte de esa morada donde Dios vive mediante su Espíritu”. |
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"No se dan cuenta de que es mejor para ustedes que muera un solo hombre por el pueblo, y no que la nación entera sea destruida". No dijo eso por su propia cuenta; como sumo sacerdote en aquel tiempo, fue guiado a profetizar que Jesús moriría por toda la nación. Y no sólo por esa nación, sino que también moriría para congregar y unir a todos los hijos de Dios dispersos por el mundo.
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Aquí está claramente la misión profética de Yeshúa de salvar a las ovejas perdidas de la casa de Israel, el reino del norte, mezclado entre las naciones, dejar las 99 ovejas, que representan a los judíos en la tierra, para ir en búsqueda de la oveja descarriada, el reino del norte que fue conquistado en el año 722 A.C., por los Asirios, y para la época de Yeshúa, ya estaría mezclado en toda Asia menor, las ciudades que recorrió Pablo en su ministerio en búsqueda de ellas. Para nuestra época, dos mil años después, obviamente esas ovejas dispersas, ya se multiplicaron, y están en todos los continentes.
Leamos Juan 10:14-16 “Yo soy el buen pastor; conozco a mis ovejas, y ellas me conocen a mí, como también mi Padre me conoce a mí, y yo conozco al Padre. Así que sacrifico mi vida por las ovejas. Además, tengo otras ovejas que no están en este redil, también las debo traer. Ellas escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño con un solo pastor”. Mateo 9:35-38 “Jesús recorrió todas las ciudades y aldeas de esa región, enseñando en las sinagogas y anunciando la Buena Noticia acerca del reino; y sanaba toda clase de enfermedades y dolencias. Cuando vio a las multitudes, les tuvo compasión, porque estaban confundidas y desamparadas, como ovejas sin pastor. A sus discípulos les dijo: La cosecha es grande, pero los obreros son pocos. Así que oren al Señor que está a cargo de la cosecha; pídanle que envíe más obreros a sus campos”. El apóstol Pedro, les escribe sus dos cartas a estos dispersos Israelitas. Leamos 1 Pedro 1:1-2 “Yo, Pedro, apóstol de Jesucristo, escribo esta carta a los elegidos por Dios que viven como extranjeros en las provincias de Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia. Dios Padre los conocía y los eligió desde hace mucho tiempo, y su Espíritu los ha hecho santos. Como resultado, ustedes lo obedecieron y fueron limpiados por la sangre de Jesucristo. Que Dios les conceda cada vez más gracia y paz”. Por eso, el Ángel Gabriel le dijo a María que le pusiera Jesús, o más bien, Yeshúa en hebreo, que significa: salvación, ya que él salvaría a su pueblo, es decir a Israel de sus pecados. Este es el misterio que el apóstol Pablo descubrió, Efesios 3:1-6 “Cuando pienso en todo esto, yo, Pablo, prisionero de Cristo Jesús por el bien de ustedes, los gentiles… A propósito, doy por sentado que ustedes saben que Dios me encargó de manera especial extenderles su gracia a ustedes, los gentiles (o extranjeros). Tal como antes les escribí brevemente, Dios mismo me reveló su misterioso plan. |
Cuando lean esto que les escribo, entenderán la percepción que tengo de este plan acerca de Cristo. Dios no se lo reveló a las generaciones anteriores, pero ahora, por medio de su Espíritu, lo ha revelado a sus santos apóstoles y profetas.Y el plan de Dios consiste en lo siguiente: tanto los judíos como los gentiles que creen la Buena Noticia gozan por igual de las riquezas heredadas por los hijos de Dios. Ambos pueblos forman parte del mismo cuerpo y ambos disfrutan de la promesa de las bendiciones porque pertenecen a Cristo Jesús”.
Judíos y gentiles en un solo pueblo, es el cumplimiento de Ezequiel 37:15-28 leamos: “Nuevamente recibí un mensaje del SEÑOR: Hijo de hombre, toma un trozo de madera y grábale estas palabras: «Esto representa a Judá y a sus tribus aliadas». Luego toma otro trozo y graba en él estas palabras: «Esto representa a Efraín y a las tribus del norte de Israel». Ahora toma ambos trozos en tu mano como si fueran una sola pieza de madera. Cuando la gente te pregunte qué significa lo que haces, diles: «Esto dice el SEÑOR Soberano: “Tomaré a Efraín y a las tribus del norte y las uniré a Judá. Las convertiré en una sola pieza de madera en mi mano”». Luego coloca, a la vista del pueblo, los trozos de madera que has grabado, para que todos puedan verlos. Dales este mensaje de parte del SEÑOR Soberano: «Reuniré al pueblo de Israel de entre las naciones. Los regresaré a su propia tierra desde los lugares a donde fueron esparcidos. Los unificaré para que formen una sola nación sobre los montes de Israel. Un rey los gobernará a todos; ya no estarán divididos en dos naciones o en dos reinos. Nunca más se contaminarán con ídolos ni con imágenes repugnantes ni rebelión, porque los salvaré de recaer en el pecado y los limpiaré. Entonces serán verdaderamente mi pueblo y yo seré su Dios. Mi siervo David será su rey y tendrán un solo pastor. Obedecerán mis ordenanzas y se asegurarán de cumplir mis decretos. Vivirán en la tierra que le di a mi siervo Jacob, la tierra donde vivieron sus antepasados. Tanto ellos como sus hijos y sus nietos vivirán allí para siempre, de generación en generación; y mi siervo David será su príncipe por siempre. Haré con ellos un pacto de paz, un pacto eterno. Les daré su tierra y aumentaré su población, y pondré mi templo en medio de ellos para siempre. Haré mi hogar entre ellos. Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Y cuando mi templo esté en medio de ellos para siempre, las naciones sabrán que yo soy el SEÑOR, quien hace santo a Israel”. |
El paralelismo es obvio ente los dos palos de madera y la cruz. Así que, en la cruz, Yeshùa, hijo de David, reconcilia a los judíos y a los Israelitas, mezclados en las naciones, los huesos secos que vivirán de nuevo en los últimos tiempos.
Leamos Ezequiel 37:1-14 “El SEÑOR puso su mano sobre mí y fui llevado por el Espíritu del SEÑOR hasta un valle que estaba lleno de huesos. El SEÑOR me condujo por entre los huesos que cubrían el fondo del valle. Estaban desparramados en el suelo por todas partes y completamente secos. Luego me preguntó: —Hijo de hombre, ¿podrán estos huesos volver a convertirse en personas vivas? —Oh Soberano SEÑOR —respondí—, sólo tú sabes la respuesta. Entonces me dijo: —Anuncia un mensaje profético a estos huesos y diles: «¡Huesos secos, escuchen la palabra del SEÑOR! Esto dice el SEÑOR Soberano: «¡Atención! ¡Pondré aliento dentro de ustedes y haré que vuelvan a vivir! Les pondré carne y músculos y los recubriré con piel. Pondré aliento en ustedes y revivirán. Entonces sabrán que yo soy el SEÑOR»». Así que yo anuncié el mensaje, tal como él me dijo. De repente, mientras yo hablaba, se oyó un ruido, un traqueteo por todo el valle. Se juntaron los huesos de cada cuerpo y volvieron a unirse hasta formar esqueletos enteros.Mientras yo observaba, vi que se formaron músculos y apareció carne sobre los huesos. Después se formó piel para recubrir los cuerpos, pero aún no tenían aliento de vida. Luego me dijo: Hijo de hombre, anuncia un mensaje profético a los vientos. Anuncia un mensaje profético y di: «Esto dice el SEÑOR Soberano: “¡Ven, oh aliento, ven de los cuatro vientos y sopla en estos cuerpos muertos para que vuelvan a vivir”». Así que yo anuncié el mensaje como él me ordenó y entró aliento en los cuerpos. Todos volvieron a la vida y se pusieron de pie; era un gran ejército. Luego me dijo: Hijo de hombre, estos huesos representan al pueblo de Israel. Ellos dicen: «Nos hemos vuelto huesos viejos y secos; hemos perdido toda esperanza. Nuestra nación está acabada». Por lo tanto, profetiza y diles: «Esto dice el SEÑOR Soberano: «Oh pueblo mío, abriré las tumbas del destierro y haré que te levantes. Luego te regresaré a la tierra de Israel. Cuando eso suceda, pueblo mío, sabrás que yo soy el SEÑOR. Pondré mi Espíritu en ti, volverás a vivir y regresarás a tu propia tierra”. |
Para el apóstol Pablo, los Romanos, los Corintios, los Efesios, Gálatas, Colosenses, Filipenses, Tesalonicenses y todos los griegos extranjeros, que alcanzaría con su mensaje, actualmente americanos, europeos, africanos, árabes, asiáticos, etc., son la dispersión de Israel, que al final regresaría a su Rey, hijo de David.
Leamos la profecía de Isaías 9:1-7 Esperanza en el Mesías “Sin embargo, ese tiempo de oscuridad y de desesperación no durará para siempre. La tierra de Zabulón y de Neftalí será humillada, pero habrá un tiempo en el futuro cuando Galilea de los gentiles, que se encuentra junto al camino que va del Jordán al mar, será llena de gloria. El pueblo que camina en oscuridad verá una gran luz. Para aquellos que viven en una tierra de densa oscuridad, brillará una luz. Harás que crezca la nación de Israel, y sus habitantes se alegrarán. Se alegrarán ante ti como la gente se goza en la cosecha, y como los guerreros cuando se dividen el botín. Pues tú quebrantarás el yugo de su esclavitud y levantarás la pesada carga de sus hombros. Romperás la vara del opresor, tal como lo hiciste cuando destruiste al ejército de Madián. Las botas de los guerreros y los uniformes manchados de sangre por la guerra serán quemados; serán combustible para el fuego. Pues nos ha nacido un niño, un hijo se nos ha dado; el gobierno descansará sobre sus hombros, y será llamado: Consejero, Maravilloso Dios, Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Su gobierno y la paz nunca tendrán fin. Reinará con imparcialidad y justicia desde el trono de su antepasado David por toda la eternidad. ¡El ferviente compromiso del SEÑOR de los Ejércitos Celestiales hará que esto suceda!”. Es por eso, que el apóstol Pablo en su carta a los Gálatas, se opuso a judaizar a estos nuevos creyentes, ya que él tenía claro, que ellos ya eran parte de Israel por seguir a Yeshúa, el buen pastor de Israel, esa era la confirmación de que eran descendientes de Abraham, y ya no necesitaban seguir la religión judía para ser considerados Israelitas, ya que en muchos casos el judaísmo se había alejado de Moisés, y los profetas, y por supuesto, los líderes judíos habían rechazado a su Mesías y salvador. |
La verdadera
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No se trataba de unirse a una religión judía, basada en tradiciones de hombres de la época de Yeshúa, sino de restaurar la fe de Israel, fundamentada en las escrituras de Moisés y todos los profetas.
¡Era necesario poner el vino nuevo en odres nuevos! Jacob, el líder de la Iglesia primitiva en Jeusalén, comprendió lo mismo, ya que aceptó a los gentiles que abandonaban a sus ídolos, y seguían a Yeshúa, sin obligarles a circuncidarse de inmediato, ya que, desde su perspectiva, ellos eran descendientes de Israel, que estaban volviendo de su asimilación y cumpliendo la profecía de Amós. Leamos Amós 9:11-12 “En aquel día restauraré la casa caída de David. Repararé sus muros dañados. De las ruinas, la reedificaré y restauraré su gloria anterior. Israel poseerá lo que quede de Edom y todas las naciones que he llamado a ser mías. El SEÑOR ha hablado y cumplirá estas cosas”. Jacobo entendió que estos gentiles o extranjeros de Hechos 15, eran los Israelitas asimilados de la profecía de Amós 9, que estaban volviendo, por consiguiente, no era necesaria la circuncisión en la carne de inmediato, ya que el hecho de que estaban intentando unirse a Yeshúa y a sus discípulos, era señal de un corazón circuncidado, como anunció Moisés que sucedería cuando los dispersos de Israel regresaran. Leamos lo que escribió Moisés en Deuteronomio 30:1-14 “En el futuro, cuando experimentes todas las bendiciones y las maldiciones que te detallé y estés viviendo entre las naciones a las que el SEÑOR tu Dios te haya desterrado, toma muy en serio todas estas instrucciones. Si en aquel tiempo, tú y tus hijos regresan al SEÑOR tu Dios, y si obedecen con todo el corazón y con toda el alma los mandatos que te entrego hoy, entonces el SEÑOR tu Dios te devolverá tu bienestar. Tendrá misericordia de ti y te volverá a reunir de entre todas las naciones por donde te dispersó. Aunque estés desterrado en los extremos de la tierra, el SEÑOR tu Dios te traerá de allí y te reunirá nuevamente. El SEÑOR tu Dios te hará volver a la tierra que perteneció a tus antepasados, y será tuya de nuevo. ¡Entonces te hará aún más próspero y numeroso que tus antepasados! El SEÑOR tu Dios cambiará tu corazón y el de tus descendientes, para que lo ames con todo el corazón y con toda el alma, y para que tengas vida. El SEÑOR tu Dios impondrá todas esas maldiciones a tus enemigos y a los que te odian y te persiguen. Así volverás a obedecer al SEÑOR y cumplirás todos sus mandatos, los que yo te entrego hoy. Entonces el SEÑOR tu Dios te prosperará en todo lo que hagas. Te dará muchos hijos, una gran cantidad de animales y hará que tus campos produzcan cosechas abundantes, porque el SEÑOR volverá a deleitarse en ser bondadoso contigo como lo fue con tus antepasados. El SEÑOR tu Dios se deleitará en ti si obedeces su voz y cumples los mandatos y los decretos escritos en este libro de instrucción, y si te vuelves al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma. El mandato que te entrego hoy no es demasiado difícil de entender ni está fuera de tu alcance. No está guardado en los cielos, tan distante para que tengas que preguntar: «¿Quién subirá al cielo y lo bajará para que podamos oírlo y obedecer?».Tampoco está guardado más allá del mar, tan lejos para que tengas que preguntar: «¿Quién cruzará el mar y lo traerá para que podamos oírlo y obedecer?». Por el contrario, el mensaje está muy al alcance de la mano; está en tus labios y en tu corazón para que puedas obedecerlo”. . |
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Israel, la descendencia de Abraham, sólo fue el conducto por el cual el esperma, y la fe de Abraham, se difundiría en todo el mundo. Actualmente, a excepción de hacerse una prueba de DNA, no se puede saber a ciencia cierta, quién desciende de Abraham, en realidad, su esperma ya se mezcló en todo el mundo, pero en eso consiste el misterio que Pablo comprendió, que los gentiles que se convertían a Cristo, eran linaje o esperma de Abraham, como la levadura que leudó toda la masa, y de esta mezcla de simiente de Abraham ente naciones y Reyes, Dios soplaría de su espíritu, tal como lo hizo en el cuerpo anciano y moribundo de Abraham, y le dio un hijo que le haría sonreír, por la abundancia de fruto que le daría, incontable como las estrellas en multitud.
Leamos Mateo13:33 “Jesús también usó la siguiente ilustración: El reino del cielo es como la levadura que utilizó una mujer para hacer pan. Aunque puso sólo una pequeña porción de levadura en tres medidas de harina, la levadura impregnó toda la masa”. . ¡Esa mujer, de esta parábola, es nada menos que Sara! Leamos Génesis 18:1-6 “El SEÑOR se le apareció otra vez a Abraham cerca del robledo que pertenecía a Mamre. Un día, Abraham estaba sentado en la entrada de su carpa a la hora más calurosa del día. Entonces levantó la vista y vio a tres hombres de pie cerca de allí. Cuando los vio, corrió a recibirlos, y se inclinó hasta el suelo en señal de bienvenida. —Mi señor —dijo él—, si le agrada, deténgase aquí un rato. Descansen bajo la sombra de este árbol mientras les traen agua para lavarse los pies. Ya que han honrado a su siervo con esta visita, permítanme prepararles comida para que recobren fuerzas antes de continuar su viaje. —Está bien —dijeron ellos—. Haz lo que dijiste. Entonces Abraham volvió corriendo a la carpa y le dijo a Sara: ¡Apresúrate! Toma tres medidas abundantes de la mejor harina que tengas, amásala y hornea pan”. Así que, la descendencia de Abraham, es literal y biológica, pero no sólo la carne, sino el nacimiento de lo alto, hará el milagro completo. Juan 1:10-13 “Vino al mismo mundo que él había creado, pero el mundo no lo reconoció. Vino a los de su propio pueblo, y hasta ellos lo rechazaron; pero a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios. Ellos nacen de nuevo, no mediante un nacimiento físico como resultado de la pasión o de la iniciativa humana, sino por medio de un nacimiento que proviene de Dios”. . |
Mateo 8:11 “Y les digo que muchos gentiles vendrán de todas partes del mundo —del oriente y del occidente— y se sentarán con Abraham, Isaac y Jacob en la fiesta del reino del Cielo”.
Jacob profetizó que su nieto Efraín, hijo de José, nacido en Egipto, sinónimo de exilio entre las naciones, sería padre de plenitud de gentiles o naciones. Leamos Génesis 48:12-19 “José retiró a los muchachos de las rodillas de su abuelo, y se inclinó con el rostro hacia el suelo. Después puso a los muchachos delante de Jacob. Con su mano derecha dirigió a Efraín hacia la mano izquierda de Jacob, y con su mano izquierda puso a Manasés a la mano derecha de Jacob. Pero Jacob cruzó sus brazos cuando los extendió para poner sus manos sobre la cabeza de los muchachos: es decir, puso su mano derecha sobre la cabeza de Efraín —aunque él era el menor— y su mano izquierda sobre la cabeza de Manasés, que era el hijo mayor. Luego bendijo a José con las siguientes palabras: Que el Dios delante del cual caminaron mi abuelo Abraham y mi padre Isaac —el Dios que ha sido mi pastor toda mi vida, hasta el día de hoy, el Ángel que me ha salvado de todo mal— bendiga a estos muchachos. Que ellos preserven mi nombre y el nombre de Abraham y de Isaac. Y que su descendencia se multiplique en gran manera por toda la tierra. Pero José se molestó cuando vio que su padre puso la mano derecha sobre la cabeza de Efraín. Entonces José se la levantó para pasarla de la cabeza de Efraín a la cabeza de Manasés. —No, padre mío —le dijo—. Este es el hijo mayor; pon tu mano derecha sobre su cabeza. Pero su padre se negó a hacerlo. —Ya lo sé, hijo mío, lo sé —respondió él—. Manasés también llegará a ser un gran pueblo, pero su hermano menor será aún más grande y de su descendencia se formarán una multitud de naciones”. Efraín fue otro de los nombres dados al reino del norte de Israel, las 10 tribus que se separaron de la casa de David, o del reino de Judá, después de la época de Salomón. Efraín o Israel, después de la división del reino, cayó en apostasía, y como consecuencia, Dios lo dispersó en las naciones. Pero, Dios, anunció a través de los profetas, especialmente a través de Oseas, que Él mismo pagaría el pecado de infidelidad de su pueblo, y traería de regreso a Efraín, que significa: fructífero, en los últimos tiempos. |
Leamos Oseas 1:10-11 “Sin embargo llegará el día cuando el pueblo de Israel será como la arena a la orilla del mar, ¡imposible de contar! Así que en el lugar donde se les dijo: «Ustedes no son mi pueblo», se dirá: «Ustedes son hijos del Dios viviente». Entonces los pueblos de Judá e Israel se unirán, elegirán un solo líder y regresarán juntos del destierro. Qué gran día será —el día de Jezreel— cuando Dios plantará de nuevo a su pueblo en su tierra”
A partir del establecimiento del estado de Israel en 1948, y más específicamente, la recuperación Judía de Jesusalén, durante la guerra de los seis días en 1967, varios acontecimientos mundiales hacen que el conocimiento se aumente, como dijo el profeta Daniel, la Biblia se difunda gratuitamente a través de Internet, el turismo cristiano a lugares Bíblicos explota, y millones de cristianos comienzan a estudiar los orígenes hebreos de su fe, y su conexión con el pueblo de Israel, cumpliendo lo que dice: Jeremías 31:6-11 “Llegará el día cuando los centinelas gritarán desde la zona montañosa de Efraín: «Vengan, subamos a Jerusalén a adorar al SEÑOR nuestro Dios». Ahora esto dice el SEÑOR: Canten con alegría por Israel. ¡Griten por la mejor de las naciones! Griten de alabanza y alegría: «¡Salva a tu pueblo, oh! SEÑOR, el remanente de Israel!». Pues los traeré del norte y de los extremos más lejanos de la tierra. No me olvidaré del ciego ni del cojo, ni de las mujeres embarazadas ni de las que están en trabajo de parto. ¡Volverá un enorme grupo! Por sus rostros correrán lágrimas de alegría, y con mucho cuidado los guiaré a casa. Caminarán junto a arroyos quietos y por caminos llanos donde no tropezarán. Pues soy el padre de Israel, y Efraín es mi hijo mayor. Ustedes, naciones del mundo, escuchen este mensaje del SEÑOR; proclámenlo en las costas lejanas: El SEÑOR que dispersó a su pueblo, lo reunirá y lo cuidará como hace un pastor con su rebaño. Pues el SEÑOR ha rescatado a Israel de manos más fuertes”. ¿Cómo es posible, que, en casi dos mil años, la mayoría de los cristianos no entendieron el mensaje de Pablo sobre su identidad Israelita, y en lugar de eso, crearon el catolicismo Romano, la Iglesia ortodoxa griega, y otras tradiciones antiguas, y posteriormente en el protestantismo, más de cuarenta mil diferentes denominaciones separadas de su identidad hebrea? Las cartas de Pablo son difíciles de entender. |
Leamos lo que escribió Pedro en: 2 Pedro 3:15-16 “Y recuerden que la paciencia de nuestro Señor da tiempo para que la gente sea salva. Esto es lo que nuestro amado hermano Pablo también les escribió con la sabiduría que Dios le dio, al tratar estos temas en todas sus cartas. Algunos de sus comentarios son difíciles de entender, y los que son ignorantes e inestables han tergiversado sus cartas, para que signifiquen algo muy diferente, así como lo hacen con otras partes de la Escritura. Esto resultará en su propia destrucción”.
Después de la muerte de los apóstoles, todos judíos, el liderazgo de la Iglesia primitiva fue cambiando gradualmente por los famosos padres de la Iglesia de origen no judío en su mayoría, los cuales, debido también a las tensiones del pueblo judío con el Imperio Romano, fueron dándole la espalda a sus orígenes hebreos, para evitar persecuciones. Circunstancias posteriores, como la supuesta conversión del emperador Constantino, causaron que la Iglesia primitiva judía e israelita, según el mensaje de Jesús, el Rey de los Judíos, y Pablo, apóstol a los Israelitas asimilados en las naciones, como él entendía su misión, ahora se convertía en una Iglesia romana universal, donde ya no importaba ser judío, o gentil, sino pertenecer a un Cristo romanizado. Sin embargo, la jugada maestra del Dios de Abraham, Isaac, y Yacob, en estos últimos tiempos, como en la historia del caballo de Troya, es revelarles a estos cristianos alcanzados por el poder militar y económico del Imperio Romano, el cual Dios sólo usó como marketing, para expandir el conocimiento de Cristo. ¡Que paradoja! Roma, que crucifica al Rey de los Judíos, ahora lo proclama universalmente. Y la jugada maestra, el jaque mate a Roma, la última bestia que el profeta Daniel vio, Dios manda pescadores del Siglo XXI, que, a través de las redes de pesca del internet, pueden alcanzar a dos mil millones de cristianos, una cuarta parte de la humanidad, que ahora se han convertido en naciones y reyes, y ahora pueden escudriñar las escrituras, estudiar historia, viajar a la tierra de Israel, y descubrir su identidad como Israelitas, hijos de Abraham, y herederos de la promesa, y volver a las sendas antiguas, y a la fe original hebrea de la Iglesia primitiva. Ese es el caso personal de un servidor. |
Jeremías 16:14-16 dice lo siguiente: “Por tanto, se acerca la hora —dice el SEÑOR—, cuando la gente que haga un juramento ya no dirá: «Tan cierto como que el SEÑOR vive, quien rescató al pueblo de Israel de la tierra de Egipto». En cambio, dirán: «Tan cierto como que el SEÑOR vive, quien trajo a Israel de regreso a su propia tierra desde la tierra del norte y de todos los países a los que él los envió al destierro». Pues los traeré nuevamente a esta tierra que les di a sus antepasados. Ahora mandaré llamar a muchos pescadores para que los capturen —dice el SEÑOR—“.
¿Será ésta la solución divina para reconquistar el mundo que se corrompió en la Torre de Babel? ¿Será ésta la solución para el conflicto judío con los musulmanes? Millones de cristianos de origen árabe, y de todas las naciones, reyes, y gobernantes uniéndose al pueblo judío, levantando el tabernáculo caído de David, las 12 tribus de Israel unidas de nuevo como está escrito en Apocalipsis que sucederá, y el hijo de David regresando en las nubes, para cumplir todas las profecías de paz mundial, y herencia del mundo a la descendencia sobrenatural de Abraham, Isaac, y Yacob. No se pierdan el desenlace de este misterio divino, revelado en: Simplemente Descubre la Biblia simple. Nota final: Para profundizar en este mensaje, de la identidad literal como descendientes de Abraham, y ciudadanía Israelita de los cristianos en todo el mundo, te recomiendo estudiar el contenido de nuestra página web:www.descubreelevangelio.org Si hoy comenzó tu descubrimiento de identidad Israelita, por seguir a Yeshúa, hijo de David, hijo de Abraham, es tiempo de retomar la herencia y el pacto que en otros tiempos por ignorancia despreciamos como el hijo pródigo. |
Oración:
Padre, hemos pecado, contra el cielo, y contra ti, ya no somos dignos de ser llamados tus hijos, sería suficiente que nos aceptaras, aunque sea como sirvientes extranjeros en tu casa, sin embargo, sabemos que tu bondad y misericordia, es más alta que los cielos, y tú planeaste de antemano, que incluso, nuestra infidelidad, y desobediencia, sirviera para mezclarnos en el mundo, y una vez arrepentidos, anunciar las virtudes de aquel que nos llamó de las tinieblas, a su luz admirable. Ayúdame, a partir de ahora, a abrazar tu pacto y los mandamientos que le has dado a Israel, para ser un pueblo santo. Y líbranos, de continuar con doctrinas, o filosofías religiosas, que nos apartaron de la verdad que revelaste a Moisés, y a todos tus profetas. Bendita salvación, para tu pueblo Israel, y para el mundo entero, por los méritos de Yeshúa, hijo de David, hijo de Abraham. Amén. Epílogo: Romanos 11:25-36 “Mis amados hermanos, quiero que entiendan este misterio para que no se vuelvan orgullosos de ustedes mismos. Parte del pueblo de Israel tiene el corazón endurecido, pero eso sólo durará hasta que se complete el número de gentiles que aceptarán a Cristo. Y entonces todo Israel será salvo. Como dicen las Escrituras: El que rescata vendrá de Jerusalén y apartará a Israel de la maldad. Y mi pacto con ellos es que quitaré sus pecados. Muchos del pueblo de Israel ahora son enemigos de la Buena Noticia, y eso los beneficia a ustedes, los gentiles. Sin embargo, ellos todavía son el pueblo que Dios ama, porque él eligió a los antepasados Abraham, Isaac y Jacob. Pues los dones de Dios y su llamado son irrevocables. Ustedes, los gentiles, antes eran rebeldes contra Dios, pero cuando el pueblo de Israel se rebeló contra él, Dios tuvo misericordia de ustedes y no de ellos. Ahora ellos son los rebeldes y a ustedes Dios les mostró su misericordia para que ellos también participen de la misericordia de Dios. Pues Dios encarceló a todos en la desobediencia para poder tener misericordia de todos. ¡Qué grande es la riqueza, la sabiduría y el conocimiento de Dios! ¡Es realmente imposible para nosotros entender sus decisiones y sus caminos! Pues, ¿quién puede conocer los pensamientos del SEÑOR? ¿Quién sabe lo suficiente para aconsejarlo? ¿Y quién le ha entregado tanto para que él tenga que devolvérselo? Pues todas las cosas provienen de él y existen por su poder y son para su gloria. ¡A él sea toda la gloria por siempre! Amén”. Esto es, Simplemente Descubre la Biblia simple, les espero en el siguiente capítulo. |