A Yacov amé. |
Luego Jacob hizo el siguiente voto: Si Dios en verdad está conmigo y me
protege en este viaje, y si él me provee de comida y de ropa,
y si yo regreso sano y salvo a la casa de mi padre, entonces el SEÑOR
ciertamente será mi Dios.
protege en este viaje, y si él me provee de comida y de ropa,
y si yo regreso sano y salvo a la casa de mi padre, entonces el SEÑOR
ciertamente será mi Dios.
Decisión de Consagración |
Después de los capítulos anteriores de aparente robo de primogenitura, astucia, engaño, suplantación
de identidad, etc. Vemos el contraste de la fidelidad divina, su amor paternal, sus pactos, y promesas eternas. Isaac despide tiernamente a su hijo Jacob, y le transfiere todas las promesas eternas de su abuelo Abraham. Esaú sigue con su vida loca, terrenal, egoísta, tomando más esposas, ahora del tío Ismael, enemigo de su padre Isaac. |
Jacob inicia el viaje para formar la familia que bendecirá al mundo, de lo cual, tiene un destello, al tener su propio encuentro con el Dios de sus padres, donde recibe directamente del Creador los pactos, y promesas, de bendecir al mundo entero.
La escalera que llega al cielo, en una revelación de que la vida en este mundo no concluye aquí, venimos a este mundo para vivir, amar, aprender, ser probados, y una vez que venzamos, que cumplamos nuestro propósito, entonces, aquel que descendió del cielo, nos llevará para estar siempre con Él. Juan 1:51 dice lo siguiente: “Y agregó: Les digo la verdad, todos ustedes verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre, quien es la escalera entre el cielo y la tierra”. |
Juan 14:1-6 “No dejen que el corazón se les llene de angustia; (esto lo está diciendo Yeshúa) confíen en Dios y confíen también en mí. En el hogar de mi Padre, hay lugar más que suficiente. Si no fuera así, ¿acaso les habría dicho que voy a prepararles un lugar? Cuando todo esté listo, volveré para llevarlos, para que siempre estén conmigo donde yo estoy. Y ustedes conocen el camino que lleva adonde voy. —No, Señor, no lo conocemos —dijo Tomás—. No tenemos ni idea de adónde vas, ¿cómo vamos a conocer el camino? Jesús le contestó: —Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí”. |
Finalmente, Jacob consagra su vida y sus bienes al Creador del universo, y la fe de sus padres, ahora es su propia fe.
Dios no tiene nietos, sólo hijos. Y, como lo hizo Yacov, cada descendiente de Abraham debe hacer su propio pacto y reconocer al Dios de Abraham, como su único Dios. Oremos porque esto mismo suceda con nosotros y con nuestros hijos: Padre nuestro, Dios de Abraham, Isaac, y Yacov, te rogamos, que así como tuviste misericordia de los patriarcas de nuestra fe, tengas misericordia de nosotros, y de nuestros hijos. Ayúdanos a confiar en tu elección incondicional, que no depende de nuestros méritos, sino sólo de tu perfecta fidelidad. Que aun en nuestros momentos de duda, de temor, de impaciencia, incluso de desobediencia, sigamos teniendo la esperanza que le diste a ellos. |
El día de hoy, te reconocemos como nuestro único Creador y Salvador, consagramos todos nuestros bienes a ti, apartando el diezmo de todo lo que recibamos. Líbranos de todo mal, y concédenos una vez que hayamos concluido nuestro testimonio, y prueba en este mundo, subir por la escalera que mandaste para vencer sobre la muerte de este cuerpo terrenal, Yeshúa, el Salvador de Israel. Que podamos ser testigos, de que nuestros hijos fueron elegidos por ti, desde antes de nacer, como lo hiciste con Yacov. Gracias por todas estas historias, que nos confirman que tu bendición es perfecta, y eterna, y nadie puede ir en contra de ella, gracias Yeshúa, nuestro Salvador. |
Números 24:5-9
“Qué hermosas son tus carpas, oh Jacob; qué bellos son tus hogares, oh Israel! Se extienden ante mí como arboledas de palmeras, como jardines por la ribera. Son como altos árboles plantados por el SEÑOR, como cedros junto a las aguas. Agua fluirá de sus cántaros; su descendencia tendrá toda la que necesite. Su rey será más grande que Agag; su reino será exaltado. |
Dios los sacó de Egipto; para ellos él es tan fuerte como un buey salvaje. Él devora a las naciones que se le oponen, quiebra sus huesos en pedazos y las atraviesa con flechas.
Como un león, Israel se agazapa y se tiende; como a una leona, ¿quién se atreve a despertarla? Bendito todo el que te bendice, oh Israel, y maldito todo el que te maldice”. Amén. Esto es: Simplemente Descubre la Biblia simple. Les espero en el siguiente capítulo. |